Retorno a casa luego de una jornada más.
Me desconecto del correr del mundo frenético por existir
Y en embotellamiento de regreso trato de imaginarte
Pues se que esperas por mí frenéticamente….
Una magia nos envuelve y no por ser novatos en el Amor
Creo que es por haber aprendido a vivir los instantes mismos
Alcanzar la madures misma del Amor sublime.
Visualizo tu piel encendida ante mi espera sorpresiva
erizada de las caricias que te recorrerán, el agua lista
Para sumergirnos en ella, llena de espuma, penumbra y aroma a almizcle.
Y mientras lo hago me imagino tus besos, tus dedos recorriendo cada redondez de mi cuerpo,
hasta escudriñar tú albergue , amoldando nuestros cuerpos entre sabanas de seda.
En un ir y venir ondeante y serpenteante dónde ambos marquen la pauta
Sin imponer momentos, siento mi cuerpo encender en la espera del llegar a tus brazos
Ansiándote intensamente, y como si me transportara en el espacio
Siento tus manos en mis pechos erectos de placer y tus labios dejando en ellos sus marcas
Siento brotar las aguas de mi rio, ardiendo el olor a hembra que te anhela cada segundo.
Si no pones limites al AMOR… no los pongas al AMAR, no coartes el quehacer del verbo que se hace TIEMPO EN PERSONA para obrar en acción. María Lasalete Marques