Luz de luna
que cubres mi cuerpo
Que
estremece junto al muelle aguardando tu presencia
Amor azul
que nace en cada pétalo de rosa
Que se abre
lujuriosa a la calidez del sol que emerge de la noche
Quietud en
las aguas cristalinas del río que nace a lo alto de la colina
Yacer de
abrazos sedosos como brisa que juega con las dunas de arena
Sirios que
dan luz y aroma en la alcoba donde nuestros murmullos
Son las
caricias que envuelven nuestras bocas sedientas
Es la
hoguera encendida que atiza el fuego que llevamos en la piel
Son
instantes donde se logra alcanzar la plenitud del firmamento
En la
unidad del movimiento sinuoso entre el ondular placentero
Es la línea
indiscreta que pone al descubierto las ansias del estar
Enclavados
en un mismo cuerpo, sentir el estremecer jadeante
De cada
promesa expresa en un te quiero, en un te deseo,
en la
fascinación de un te Amo.