Estoy más sin
embargo no siento que las horas pasen, siento que el tiempo se detuvo cuando vi
tu retirada. No veo la grandiosidad de la vida, apenas me hago vida en cada
instante, un día desee intensamente desvestir este ropaje tejido de piel que me hace vivir, pero vasto un segundo, una
única imagen que exorcizara un quizás, un final no escrito. Hoy la vida me
llega como los rayos del sol entre las ramas de inmensos cedros. Hoy la vida
adquirió una tonalidad diferente. Aprendí a soslayar la inmensidad del
desapego. Hoy los grises me parecen crepúsculos. Hoy porque es la única que
realidad que tengo no siendo su dueña, pero ella es el espacio único que me
pertenece.