Si el cielo me hace volar, como ligera nube en su celeste bóveda
Será que mi alma se siente tan ligera, que como viento flota sobre el mundo.
Deja los recuerdos en el gris mustia de mi existir, y mis pasos levemente
Se tornan huellas que dejo emerger en el desierto de las ilusiones etéreas
Tornándolas palpables al roce de caricias que alimentan mi esencia de mujer
Que resurge con las manos repletas de esa ilusión
que un día creyó no volver a sentir.
Un corazón que palpita entre el verde del valle
Silbando como sonidos sobre las copas de árboles en la llanura.
Ya tu rostro no es silueta que evoco con tristeza,
es otro el rostro que se perfila en mi mente cargado de ilusiones que un día fueron tuyas
Dejando en las manos del presente otro sentir de mi palpitar
Si el viento me eleva alto, vuelo como bandos de gaviotas
Sobre el añil de la profundidad, dónde el revuelco es silueta
En una espuma que abraza ondeando en abrazos
Que se despliegan como el infinito mar en su eterno oleaje
Siento que mi vida respira leve como aire que brota desde lo mas alto
Siento que el viento juega con mi cabellera contemplando plena el devenir de los días
Como me miras extasiado contemplando en mi aquello que tan sólo tu lograste
Impregnar en mi cuerpo de mujer silente, a la espera de tus brazos
Del contornear de tus fuerza que disuelven temores y miedos
Devolviéndome el brillo errante en la tristeza.
Deshojando como a los pétalos, la esencia de una mujer que brilla complacida
Sueños que palpitan y que retornan al palpitar de mis latidos
Haciendo que mis fluidos carmesíes, una vez más cubran el torrente de mi corazón
