Eres y siempre serás quien arranco el primer grito de éxtasis de mi
piel tras ese orgasmo a dos.
Fuimos dos esencias que se complementaron desde sus heridas, un
encuentro secreto, un sentimiento que se hizo fuego, llama, incendio, que sin
quemar fue trasmutando un antes en un después.
Fuiste ese beso bajo la luz de una luna, mientras el
agua bañaba nuestra piel. Tornándose en la cómplice perfecta de ese saber que
ambos fuimos verdad.
Fuiste
un precurso sublime, eres un presente y eres en el futuro esa esencia viva que a
pesar de que escribamos historias desde nuestra distancia. Somos elo que se une
en un encuentro paciente que vuelve nuestra sangre volcán
que hace ebullecr las ansias silentes.
Seguimos recorriendo caminos distantes en paralelos, pero el deseo vive presente y seguiremos siendo ese horizonte que nos une.
Seguiremos siendo las entrelineas de un poema que se escribe a dos. Pues mis letras renacen de tu presencia.