Talvez mis
silencios quieran ser la leve caricia de un roce que arde de deseo de volver a
ser reminiscencia de un instante pasado que se niega a morir extendido en tu
piel.
Tal vez mis
murmullos no sean más que el grito enmudecido que susurró para decirte al oído
una vez más que te Amo.
Tal vez sean mis
letras el único puente que me mantiene unida a nuestra verdad. Tal vez atrapada
en la extemporaneidad, sea la forma que invento para decirte que el leve roce
del amor sigue existiendo y que cada segundo permanece presente por más que
intente camuflar un presente que no me representa.
Convirtiendo el
ahora en una rutina asfixiante que no puedo transformar. Cada día es un inicio
constante tratando de traspasar ese puente que procuró disipar entre la bruma
de mar cubierto por una gris neblina. No se si estás al final del camino. Lo
que si se es que estoy en el.