1 de julio de 2015

Tú lo sutil de mi piel


Luz tenue,
piel sudorosa,
olor a almizcle, 
lecho de esencia,
dos siluetas en una sola sombra,
un incienso que arde y una llama que enciende un preámbulo.
Un sonido avenido de las entrañas  sublime entrega,
un roce de dedos en una piel ardiente de pasiones silenciadas.
Una esencia mácula,
frases que se repiten aglutinándose,  que en nada describen los instantes
pues cada segundo es irreverentemente irrepetible,
danza sutil que despierta nuestros deseos,
sombras que acentúan lo erótico en sombras reflejadas.
Estallidos de piel y sonidos jadeantes,
 horas que instamos perpetuar,
 evitando los segundos que advierten el fin en un orgasmo,
 vivencia que deseamos tatuar en una piel sudorosamente ardiente.
Una sola silueta hecha de dos cuerpos entrelazados,
 un tu y yo hecho deseo, anhelo, ansias, locura.
Eres el susurro al sonido en un beso intenso.
 Somos remanso de plenitud que deseamos mantener intacta en el tiempo,
 en un prefacio que jamás concluya.
Serás por siempre el evocar de mis deseos.

 De mi espacio dorado, en cada día nublado, seguirás siendo lo sutil de mi piel.