1 de julio de 2015

Hoy soy y me permito ser....

Hoy amanecí con la sensación de alcanzar lo inalcanzable.
De sumergirme en la intensidad de mis años.
Hoy siento la madurez hecha primavera.
Hoy me permito invertir la esencia de los sentidos, 
de expresar que saboreo cada imagen que veo, 
que veo cada aroma, que respiró cada sabor, 
que siento en mi piel el roce de cada sonido, 
y que oigo cada imagen. 
Hoy siento que todo es posible, que puedo ser prudente y a la vez irreverente, 
que puedo ser discreta y estridente. 
Que puedo delinear mis labios de colores y usar el rojo carmín. 
Tengo la edad justa de ser lo que quiera ser,  
sentirme divina y desayunar con una copa de champaña. 
Tengo la certeza de poder enamorarte y desearte sin esperar que seas tú a iniciar el cortejo.  
Hoy me permito decir que siento en mi piel las caricias del sol mismo que no logre ver más allá con la neblina. 
Se es, no  nos hacemos. 
Estamos el tiempo que deseamos pues nadie nos espera. 
Así qué el tiempo es apenas un reloj que marca las horas. 
Hoy me permito decir que mis horas se tornaron minutos y que el día tiene más que 24 horas.  
Veo en cada mirada un espejo donde me veo reflejada, y me veo una mujer divina. 
Alguien que es esencia de primavera, brillante como el verano, 
brisa que no se atrapa como otoño y místicamente sublimé como invierno. 
Hoy soy lo que siempre he querido ser, despliego mi brillo y marco presencia. 
Puedo cruzar la línea, desnudarme sin hacer a un lado mi ropaje.  
Hoy el tiempo no decide lo que soy.