9 de noviembre de 2008

Añoro tus caricias en el roce de la magia...



Caricias que estremece no solo la piel mas si el alma
encuentro de dos que se deshilan en un solo estar y ser
calido calor que placentero nos sumerge en el despertar de cada fibra
caricias que se otorgan tras el deseo de acurrucar
es el roce del amor que emerge desde nuestro interior
despertando la luz que un corazón enamorado que se refleja en la piel
son de esas caricias que las carencias se desean embriagar
de ese mirar que recorre un cuerpo que se quiere devorar
es no entender que nos mueve a esa otra piel.
Mística magia envolvente, que como barco a la deriva
no desea zarpar ni llegar a puerto alguno, sólo extenderse sobre su lecho azul
sentirse envuelto por las olas que en cada toque a su coraza acaricia sus maderos.
Caricias que deseamos convertirlas en blindaje ceñidas al cuerpo,
deseo de fundirlas convirtiéndolas en el tatuaje que nos arrope cada día.