9 de noviembre de 2008

Mi piel arde entre sabanas blancas...

Sedienta de tus manos, en el preludio de mil noches
Envuelvo mi cuerpo de recuerdos que hago presente
son mis manos las tuyas que se deslizan en mi piel
el leve gemido brota sintiéndote real.
Noche larga, llena de sortilegios, piel que transpira el desvarío
De un cuerpo que arde del deseo entre sabanas blancas
Tus manos sobre mis senos circundándolos
Aferrándote a ellos en símil ardiente de placer
Brotes endurecidos que tu boca muerde con delicia
Orígenes que emanan olores de almizcle y tierra humedecida
De donde deseas atemperar la sed
sorbiéndome la naciente misma de la miel que brota en hervores.
Noche inflamante que detona el deseo ardiente
de estar entre esos pliegues de sabana
olvidarnos del mundo
entregarnos al cortejo de caricias, placeres,sensaciones
estallando una y otra vez en el desvarío en cada espasmo.