18 de junio de 2008

El despertar con el roce de tu piel


Sin premuras ni sosiegos, despertaste antes que yo
Luego de una noche mágica de entregas plenas
De descubrir lo que asumimos descubierto
Yo junto a tu cuerpo, aún desnuda apenas cubierta
Con la sabana que hicimos a un lado en la noche de ensueños.
Inmóvil, mirándome dormitar de costado a ti
Mi cabello revuelto y ciertamente con el rostro complacido
Tus dedos recorrían mi espalda, como si fuera un grafito dónde dibujar tus sueños
Besándome el cuello con dulzura admirando a tu hembra dormitada.
Deseoso de cubrirme una vez más, ya tu cuerpo humedecía del deseo
Tomaste en tus manos la rosa, con la que despertarme anhelo
Entre besos, me fui acurrucándome a tu pleno
fuiste fundiéndote suavemente con la delicadeza del sol en la ventana.
Una vez mas entre tus brazos soy tu hembra sedienta de tu piel.
Y en cada rebosar vamos bebiéndonos, desliéndonos hasta atiborrarnos una y otra vez.
Apaciguando el hambre por poseernos que no mengua latiendo por más.