Hoy el día enardece hogueras silenciosas
Un cielo gris, clima frío, húmeda la tierra, amaneció lluvioso
Como el envoltorio perfecto para sentir el calor de la piel.
Aún duermes, envuelto con lo único que dejamos sobre la cama
en el desastre evidente de una contienda, ese olor a tierra es explosivo
seguro que enciende llamas ante la cercanía de mis brasas.
Mientras te miro dormido, mi pie va acariciando tus piernas
Mis manos perfilando tu rostro, mientras dejo en tu cara los besos suaves
Que ese olor de piel provoca dejar en ella estampado.
Como disfruto el inquieto dormitar, pues ante cada roce mío en tu vientre
Y cercanías a tu hombría reposada.
tu mano me arrastra más a tus cercanías, abres los ojos y despliegas tu mejor sonrisa.
Esa complicidad gustosa que me dice del deseo de ser envuelto en ese despertar dulce.
Uhmmmmmmm, brincas entre mis piernas, y colocas tu cabeza sobre el centro de mis caderas
lo mas cercano de donde sorbiste de mi manantial de mujer.
Y en ese derroche sublime de un abrazo muy nuestro, envolvente de la magia
excelsa de una pasión que sólo nosotros sabemos desleír en la piel.
