15 de mayo de 2008

Dos estrellas para una constelación....



Roce de Amor cual manto de luz, sobre mi piel palpitante
En el recinto de lo imposible, una estrella resplandeciente
En chisporroteo centellante toca otra, que a lo lejos mustia permanecía.
Mi esencia, negada a fenecer hizo colindar el tiempo y espacio
de mil razones, negaciones y certeza, cubriéndola con la luz palpitante
haciéndole ignición desde su magma interno, para resplandecer en brillo
ante el roce del Amor.
Amor negado a palpar, mirada incrédula de ver el arco iris brillar de nuevo ante si
De sentir la caricia del sol en su piel y de nuevo palpitar por alguien
Broto la furia de las entrañas mismas y la sonrisa nuevamente produjo carcajadas sentidas
en dónde la soledad cubrió de vacio el espacio.
Toqué tu halo, para decirte que existe una razón para concurrir
Tu brillo intenso que da luz, a un espacio que de no existir tu fulgor
tan sólo la penumbra cubriría las noches de intenso palpitar.
Estoy aquí en tu norte e mirada deseosa de fundir mi luz a la tuya para tornarnos
constelación que indique el camino del navegante solitario
Que se hace a la mar bajo un temporal inesperado.