recorriéndote la piel con una rosa, haciéndote estremecer de placer.
De ese placer que anhelamos sentir, y a la vez expresar,
así es la historia sin concluir, que se tiñe de mil colores,
agasajando un horizonte, dónde tu mirada y la mía se empalmen.
Es el roce en un renacer del Ocaso
cuando miro el camino recorrido en tu piel,
donde los aromas se almizclan para ser uno solo
el evocar de tu olor entre mis sabanas y en mi cuerpo de mujer.
Es ir tras el reflejo del agua para chupar de tus fuentes
que brotan ante mis caricias y el calar de tus deseos,
es delante de ti, de tu mirada extasiada
que voy despojando mi cuerpo, incitándote el deseo al son de la música,
como una danza de notas que se fusionan en la línea del pentagrama
que sea una rosa roja quien como pincel
deje la marca del camino que deseo engalanes en mi.
El Amor es la suavidad misma de la entrega plena,
es más que tegumentos erectos.
Es la fantasía, el sortilegio que hace brotar lo inconfesable de la piel del otro.
Así tan solo así…. Uhmmmmm en el murmullo de nuestras voces deseo besar tus suspiros, lamiendo tus bostezos, abrazando tus sueños con mi lengua,
elevarte como humo que se mueve en círculos recorriéndote cada ámbito de tu cuerpo,
pues todos y cada uno de ellos huele a ti.
Saben a ti. Hombre que amo...anhelo....deseo.
