29 de mayo de 2008

Hoy me pediste que fuera...lo que tan sólo no soy.


Como ser, lo que no quiero ser
soy la reminiscencia que no puedo negar
Como cubrirme de otro trajear
Dejar de ser la seductora que en la mirada
ronronea en tu cuerpo.
Con la delicadeza de una pluma.
Como mostrar la carne en rojo vivo
Si antes no enciendes mis hogueras.
No pudiera ser otra, no quiero, ni pretendo serlo.
Hoy me pediste que fuera...lo que tan sólo no soy.
Como ser mar y viento, sino siento el oleaje para envolverte en cada ola.
Como desnudar la vida, sin antes no camino por ella recorriendote palmo a palmo las veredas.
Como trajearme de lino si tan sólo se usar unos jeans,
que al andar mueven las aguas sin desbordarse los ríos.
Como caminar con altos tacones para luego caminar como si patinara, o atinara al equilibrio.
No… no quiero ser ese río que me pides, tan solo quiero ser yo misma
Amarte con la sutileza del tiempo, la humedad del rocío
Que antes que chubasco son primero leves gotas de orvallo
Incitándome la piel con el olor a tierra húmeda.
Como ser otra esencia, otra persona, otro cuerpo de mujer
Hoy me pediste que fuera...lo que tan sólo no soy
por el simple hecho de ser lo que tú quieres que sea.
No trabajo de arlequín para cubrir mi rostro
No soy la dama de la noche
Tan solo soy la mujer que palpita por tu cercanía
y al tenerla late por tu piel
Y al cubrirla en languidece en remanso rio
confundiéndote cuando su torrente pareciera estar tranquilo
descenderte como la cascada del santo ángel.
Con la furia arremetida revolverte las fibras por entero
Haciendo estallar la fuerza incontenible del placer
Ser esencia es ser yo misma
No me pidas que me cubra con el ropaje de otra
ni que pretenda ser reflejo de alguien que no conozco
no me pidas que sea caricatura de tus fantasías
no me pidas ser...lo que tan sólo no soy.
No pudiera ser de igual manera mis caricias
Y mis miradas fueran otras
Déjame seguir amándote corazón
Como siempre he sabido, fundir mi piel en la tuya
En el remanso de una entrega, en la furia del mar
En el estruendo del rayo
Amarte como potranca indómita
Irrefrenable ante el sentir sobre la piel
las riendas de un ropaje que no le pertenece.