16 de abril de 2008

Cuando la piel respire en cercanias...

Cuando tus ojos se alcen al cielo en la expectativa de mi arribo
y me veas cruzar el largo corredor del encuentro, ante ti.
No preguntes nada, tan sólo abrázame con la fuerza del viento.
No digas nada, tan solo bésame como la mar besa y revuelca la arena en la orilla.
Tan sólo hazme tuya como nunca has amado a nadie
Ámame como me has amado en cada sueño que humedece tus sabanas de sudor y miel.
Cuando cruces el umbral de mi mirada no digas nada, que el silencio este presente
Deja que sean nuestras manos que murmullen los deseos
Recortemos la llegada al lecho del amor, déjame desde el instante que mis labios
Rocen los tuyos dar inicio al preludio que apremia las ganas de estallar en tus calmas
Hazme estremecer la piel y que mis orgasmos sientan de nuevo el placer
Déjame ser el brebaje que tus labios sedientos encuentren para mitigar la sed