Quiero hacerte el amor tan sutil como nunca nadie antes,redescubrió tu cuerpo, esbozo preámbulos, descubrió secretos.
Quiero hacerte el amor así de henchido, crecido, atrevido
como jamás alguien antes haya alborotado tu erotismo silenciado.
Desnudar tu cuerpo como si en una sauna los dos,
envueltos del calor que suda la piel, sólo a la vista un vidrio
empañado de nuestro acelerado respirar.
Mirada lacerante que penetra cada poro,
palpando cada redondez y contorno,
labios que se humedecen ante la carencia de humedad.
Humedad que se acelera en dónde el latir carece de corazón,
desbordándose en apetencias y deseos.
Acercándome a ti, acelerando el compás
fustigando el decoro sin premura,
tan cercana que tu aliento empaña mis labios de tu sabor.
Olor aromatizado que excita más aun mis deseos,
despertando en ti la insondable avidez de rozar mi piel con la punta de tus dedos.
Tomo tu mano colocándola en mis senos,
punteando la seña del deseo de ti
en recorrer mi cuerpo con tu hombría humedecida.
Eres la espiritosa caricia que bosqueja mi rostro recorriendo mi cuello,
mis hombros que besas suavemente humedeciéndolos con tu lengua.
Me tomas y me sientas en tus piernas,
sin tardanza te envuelvo con las mías sintiéndote en mis entrañas
encendiendo hogueras, mi pecho unido al tuyo
y el calor que revienta cual vorágine en la piel por los deseos
de ser dos en un mismo cuerpo, una misma voluntad.
