16 de febrero de 2008

Fuego en los labios....

En la estrechez de las gárgolas, un beso
con la intensidad de un momento mágico, vivificando la piedra fría,
moldando su erecto cuerpo al fundirse en mares deseosos
de ser profanados, en el meneo de las olas que arrecian contra
los peñascos erguidos entre la espuma de las olas.
Ese beso que se entrega en el juguetear de unas lenguas deseosas
deleitándose en sabor de quien se ciñe entre los brazos.
Pecho contra pecho en un latir confundido
Que a un solo tiempo vibra, en una única sinfonía.
En un lenguaje tan sólo entendible bajo el instante mágico
miradas que se mantienen ausentes, sentidos en alerta
dónde sólo la piel es erudita del sentimiento, traductora de sensaciones
que emergen desde las entrañas misma.