En tus brazos redescubrí mi esencia de hembra, descubrir la pasión que enciende hogueras en un beso estigma, tus piel enciende la mía en la proximidad de tus brazos.Pecho contra pecho desnudo, ceñida a ti con las manos en mi cintura pequeña, lanza erecta en dulce penetrar, haciéndome estremecer.
Instantes de caricias, roces, besos en cada retazo de mi piel me haces enardecer, para que sea yo quien cual director de orquesta ondee la varilla de la melodía a tocar.
Quemas mi piel y mis deseos, calentándome inmerso en mi , los poros se abren y eyaculan sudor, que dulce agrio sabor mi lengua recoge.
Desnudos, cubiertos por nosotros mismos, ni la luz penetra y logra traspasarnos.
Sin escritos y ensayos nos convertimos en bestias dulces que se aparean, desmayando la mesura de nuestros cuerpos en cada envestida.
Cubiertos por el cristal de la luna, en el pasar de estrellas fugaces, acariciando tu templanza saboreándola, déjame dormitar luego sobre ella.
