Esa noche… temerosa, pero encendida de ansias acalladas por el deseo mismo tome el cruce del camino, tratando de obtener las caricias de quien a mi piel deseara regalarme, en un instante fugaz, saciándome el espacio abierto de la soledad.
Caminando en la noche más oscura de mi existencia, sin pretender aún llegar al callejón dónde lo fácil se encuentra cual carne fresca en matadero.
Unos ojos brillaron cual farolas para mí, dejándome ver el destello de un camino refrenado.
Los surcos abiertos del lagrimear de un alma dolida, abrieron zangas en el maquillaje puesto a drede, tratando de borrar las huellas del insomnio, de los años, de la agonia
Una mano que estrepitosamente hurgo un bolsillo, para sacar de el un pañuelo de seda blanca,
miradas fijas aún, su diestra tomo mi rostro y su mano alzada limpio mi rostro.
Unos labios que dejaron calor en mi frente en un beso tierno, un brazo al hombro que desvirtuó mi intensión de caer en el pozo del abismo mismo, del estar no estando cual carne sobre una cama de hotel barato.
Caminamos en silencio, yo de rojo encendida por la vergüenza, él con el propósito mismo de hacer sutil el dolor latente en mi rostro.
Un murmullo que me estremecía en frases muy acicaladas en mis valores:
Caminando en la noche más oscura de mi existencia, sin pretender aún llegar al callejón dónde lo fácil se encuentra cual carne fresca en matadero.
Unos ojos brillaron cual farolas para mí, dejándome ver el destello de un camino refrenado.
Los surcos abiertos del lagrimear de un alma dolida, abrieron zangas en el maquillaje puesto a drede, tratando de borrar las huellas del insomnio, de los años, de la agonia
Una mano que estrepitosamente hurgo un bolsillo, para sacar de el un pañuelo de seda blanca,
miradas fijas aún, su diestra tomo mi rostro y su mano alzada limpio mi rostro.
Unos labios que dejaron calor en mi frente en un beso tierno, un brazo al hombro que desvirtuó mi intensión de caer en el pozo del abismo mismo, del estar no estando cual carne sobre una cama de hotel barato.
Caminamos en silencio, yo de rojo encendida por la vergüenza, él con el propósito mismo de hacer sutil el dolor latente en mi rostro.
Un murmullo que me estremecía en frases muy acicaladas en mis valores:
NO BUSQUES EN LO OSCURO DE LAS NOCHES, LA MAGIA DE LAS RESPUESTAS QUE TAN SOLO EL DIA RINDE A TUS PIES.
SIN PATEAR LAS PIEDRAS DEL CAMINO APRENDE A SURCARLAS SIN MIRAR EL SUELO EN EL QUE CAMINAS. NADIE MERECE UNA LAGRIMA POR AMOR.
SAL CUAL REINA CADA MAÑANA, EL SOL Y EL MUNDO TE ESPERA…. ERES EL TESORO DE TU MISMO COFRE…. LA DIADEMA DE LA CORONA REAL QUE DEBES COLOCAR SOBRE TU CABELLERA.
NO MANSILLES LA VIRTUD, ANTE EL DOLOR DEL DESAMOR, APENAS HONRA LO QUE HAS VIVIDO Y ABRAZA LO HERMOSO QUE CONSERVAS DE ESE RECORRER DEL CAMINO.
ERES LA MAGIA CONVERTIDA EN SER HUMANO, NO RIPIO DEL CAMINO.
Dedico este a quien conociendo en piel el dolor, busca en lo étero lo que en sus manos posee.
