11 de febrero de 2008

Sobre el limiar de la vida misma.....

Algo que quisiera decirte y al viento gritarlo es mi deseo ardiente
eres el rayo de sol que emergió en mi alba,
el ángel dorado que con sus alas blancas cubrió mi vida,
llenando poco a poco mi alma, mis fuerzas, mis sueños.
En el brillo de tus ojos veo mi silueta reflejada
en el calor de tu piel siento la mía palpitar
al cerrar los ojos y sentir el roce del viento,
haces estremecer mi esencia de mujer
deseosa de sentirse niña, mujer.
Cruzaste el lindero de la fantasía y lo etéreo
para elevarme en tus brazos en una entrega plena
que concibo en lo mas intimo de mi ser,
como la fuerza que emerge desde las entrañas misma del universo.
Ese significado sutil que el hombre olvida en las sensaciones
dónde el placer ha de cegar lo sublime del Amor.
Ese cariz con el cual me deslumbras al mirarte
y ver en ti ese cielo abierto, vital,
dónde no hay rutinas ni monotonías.
Esa entrega profunda en la cual me ofrendas
el aire mismo un preludio con sintonía armónica.
Energía que emana de nuestra piel,
de la mente, del alma misma,
que al llegar a ti me rebotas fortalecida enaltecida y sublimada.
Eres la magia que recubre mi ser
devolviéndome el brillo perdido.
Avidez de compartir a tu lado mil vivencias,
de escrutar en la vida todos los días, mi alquimia sexual.
Ese despertar en tres niveles del ser para derivar en el verdadero
significado que pocos logran captar del portento del Amar.
En cada entrega anillamos las formas geométricas que
hace estallar el magma de las entrañas mismas
de lo cóncavo y convexo de nuestros cuerpos.