21 de febrero de 2008

Porque silencias tus deseos....

Cual espejo somos semblanza hasta en los deseos más íntimos.
Porque entonces es indecoroso desear de tu miel en mi boca
Si tomas tú de la copa el néctar de la azucena….
Porque calla una mujer decir lo que desea, si las ansias la devoran
Así como cuando miras deseando y la mirada se convierte en silente seductora.
Te bañas, te perfumas, te ves distinta cuando el llega a casa, mi amiga señora…
Desde que abre la puerta intuye lo que pretendes, es como aburrido….
Porque no sorprenderle al ir a la cama, mientras toma baño invades su espacio, para ser tu
Quien enjabone su virilidad erecta de certeza.
O mientras vas con el de regreso a casa hurgándole mientras mordisqueas su oreja y en murmullo te atreves a decirle cuanto le deseas.
Upss el celular que no sea para preguntar cuanto le falta por llegar, sino el medio en el cual
inicies la fogata que deseas perpetuar. Y envuelta le recibes con las ansías desbocadas.
Uhmmmmmm porque mientras te ayuda en la cocina, no te retiras un instante
Y le abrazas desde la espalda con tu cuerpo desnudo o levemente cubierto,
desabrochas su camisa, acaricias su pecho, desciendes, besas su cuello, tus manos se adentran dentro de su pantalón.
Porque marcas los días para lo que tan sólo, las ansías y el deseo son el preludio en cada instante. Si somos semblanzas porque ser diferentes. El te busca en cada gesto.
Tu apenas lo haces evidente…. Se seductora, amante, pantera, para ser tigresa….