31 de marzo de 2008

Desnuda ante tí...


Ante cada llamada de tu piel, en la inmensidad de la noche
Desnuda en mi lecho entregada en total esencia
enciendes la flama en la que nace el fuego
alimentandola brasa de mi ser de mujer de 46.
Cabalgas mi cuerpo en libertad de potranca salvaje
sin ataduras ni amarras, en plena libertad
de recorrer el camino que perseguimos los dos alcanzar.
Sonidos silenciados ante gemidos gritados,
desatas lujuria ante tus gestos de ternura,
y murmullas el viento que brota de tus suspiros
Líneas y formas gregorianas que en mi cuerpo tatúas
con la punta de tu lengua.
Manos inquietas que rozan mi manantial, adentrándote en el
para tu sed saciar de mi.
Déjame así, no me retires.
Permíteme seguir siendo la que marque el compás,
dejate ser el jinete que dome la potranca salvaje,
déjame ser la Amazona que sobre tu lomo
recorra tus repliegues, que sienta la erupción de tu volcán
Deja que tu magma brote sobre mis praderas,
y alimente mi piel y mi deseo de ti.