7 de marzo de 2008

Para tí el orvallo de mis labios en una flor....

Una estrella descendió en mi noche oscura, pactando con mi corazón.
Surgió ligera del lugar menos predecible, para hacerse nombre y hombre.
Una caricia que brilla cual halo de estrella de hada enamorada.
Detalles que hacen sentir un renacer en mi alma
y descubrir que siempre existe una estrella que brille cual farola
en el firmamento de cada ser humano.
Vestiste de gala una mesa pequeña, alumbrada con velas que representan nuestras esencias,
un candelabro en forma de tulipa, que ante la llama encendida de su vela, las gotas de cristal que de el cuelga brillan y dan luz al corazón que le soporta como base.
Un incienso, que deja la fragancia de mi paso en tu presencia.
Y ante lo que me ofrendas en detalle,
hiciste brotar de mi alma la ternura en forma de orvallo.
Ámame siempre así, no cambies jamás, sigue siendo la gota de rocío
que me impregne de esos brazos a modo de sentirme cristal protegido.
Quiero reposar en tu pecho y sentir jadear tu corazón en cada latido,
sentir el movimiento de tu respirar como el oleaje de una mar serena.
Y estallar contigo en risa tomados de la mano y mirar un horizonte compartido
Descubrir a tu lado un nuevo amanecer y forjar ensueños que serán perpetuadas.
Ser aire y respirar, elixir y sorbo, piel y sudor, mirada y reflejo.
Sin tiempo ni razones tan sólo Amar y ser Amada al son de la misma melodía.