28 de marzo de 2008

Vorágines de deseos....


Hoy mientras buscabas desesperado un archivo que no encuentras, mi traviesa mente maquina una cercanía, eres nuevo pero mis deseos han hecho que te vea como alguien que conozco hace tiempo.
No se si intuición, presagio del destino, o malicia subconsciente, esta mañana al despertar tenía ganas de comerme el mundo, con el deseo que mi piel siente desde que la soledad vistió de unicolor el lecho donde duermo.
Hoy me di una larga ducha y me vestí de gala a la seducción, hoy desperté con ganas de ser hermosa e irresistible, adornarme con ese juzgarme bella desde las entrañas mismas, hoy desperté con ganas de enterrar el olvido, el desamor. De salir del recodo dónde se guarda el luto interior.
Desde que no me ponía ese corsé, esa ropa de encaje en ese rojo pasión encendida, esa esencia de almizcle luego del baño que impregna mi piel. Mi cabellera suelta.
Tuve ganas de guardar los jeans, usar esas medias ceñidas que resaltan mis piernas, ponerme ese vestido que en recato muestra, insinúa y te dice mírame, marcando el surco por dónde deseo sentir el inicio del tour.
Tu stress era evidente y me aproxime a ti, como flemática por ti, tan sólo pretendía que vieras a la compañera capaz de ayudarte. Intercambiamos palabras, me explicaste tu dificultad, yo sin más me recline sobre tu escritorio, mientras sentía tu mirada inserta en ese descote tan irresistible, sentía que el aroma me lo arrebatabas en cada respirar.
Sin duda alguna existía magia entre los dos. Sentía latir mis entrañas mas que mi corazón, sólo se que en cuestión de segundos emergió el archivo que sin duda alguna amaría intensamente.
Cuando me incorpore, me murmuraste algo que no pude entender, me sonreí y cual inocente picarona manifesté no haber oído, entonces escribiste algo en una nota de papel, que me pusiste en las manos, con un bombón de licor.
Me dirigí a mi oficina, y mientras lo hacia sentí sus manos delicadas surcar cual barco a la deriva mi curvilíneo cuerpo, deseoso de anclarme.
Cuando me senté, cruce mi pierna dejándola casi al descubierto, sentí como ascendías a mi humedad sentida, pues mientras mi consciente te ayudaba el inconsciente traicionero contigo copulaba, mire la nota, en un juego de miradas y en ella decías “Déjame ser ese bombón que en tu cuerpo y en tu boca se derrita de placer, pues me tienes hipnotizado hermosa mujer. Hasta ayer fuiste oasis al cual desee llegar para saciar mi sed. Hoy eres sueño hecho verdad. Me gustas, me fascinas y lo sabes. Aceptaría cenar con este que por ti se derrite. Y al cual tienes embrujado.”…Tome una nota y escribí, “A las 8:00PM en el Magestic”…(continuará).