17 de marzo de 2008

Más allá de la alcoba...un lugar más dónde amarte.


En cada ocaso del día un lecho que transpira..
Unas ansías que se destilen en la premura del encuentro.
Hoy lanzo la ropa al aire, entro en la ducha antes que llegues
Quiero sentir el agua correr por mi piel
Hoy tengo ganas de ti. Pero en la lujuria misma del morbo.
Me apronto y tomo de la cama la ropa que deje alineada
Ese hilo negro de encaje que tanto te enciende
Las medias negras, la camisa de tul floreada y la falda negra.
Me veo al espejo, y sólo me falta los zapatos negros de tacón fino.
Emprendo camino, mientras te sueno el celular.
Estas en medio de una reunión y eso me estimulan a sonsacarte
Y en susurros voy narrando mi llegada a ti.
Con voz que solo tú sabes encendida te digo:

- Te deseo con la piel ardiente que deseas sentir en tu piel aún tibia, quiero sentirme entre tus piernas, mientras tus manos recorren mis muslos mientras asciendes mi falda negra.

Por tu respirar siento que comienzas en la metamorfosis misma del hombre de negocios excitado sin poderlo disimular. Me dices que silencie.
Pero el camino no tiene vuelta atrás, más que encenderme estoy cual grano remojado

- Uhm siente mi aroma de hembra deseosa de macho copulando. Te deseo aquí y ahora, Si pudieras sorberme de apoco en este instante, tu boca en copa convertiría, para llenarla del elixir que brota de mis fuentes.

Te imagino mano en el bolsillo, tratando de disimular tu hombría hecha fiera, deseosa de salir de su claustro.
Sigo encendiéndote el deseo del morbo, las ganas irrefrenables de poseerme, me dices que vaya al hotel de siempre, pero mi negativa es evidente.

- Hoy no te quiero ahí amor, quiero llegar hasta dónde mis fantasías desean desbordarse.
Uhmmmm, ¿que tienes sobre tu mesa de trabajo?…

Se que llegue en el momento justo para subir el telón, en su mundo de negocios, nos derramamos en la lujuria y el deseo. Cual amantes de instante nuestros cuerpos esbozaron formas, y contrastes hasta el umbral mismo de la culminación final. Regresamos en un baboseo húmedo a casa, nuevamente las ansias incendiaron la alcoba. La pasión jamás muere ante la fantasía del deseo que alimenta la pasión.