El viento sopla y parece no refrescar mi piel acaloradaEs como si en vez de refrescarme, más la humedeciera
No se si es la tarde caliente, o mis deseos de tenerte.
Oigo el mar imponente en su ardor como si domara
las mareas, la arena y los farallones.
Es como si de pronto mi deseo, se convirtiera en su brío
Lenguaje místico que se entremezcla en cada instante.
El viento sopla y la mar sigue enardecida, como mis anhelos
Por sentir el roce de tu piel en la mía,
Sentir tus besos en mis labios humedecidos
Tomo la tinaja de agua y me la vuelco encima tratando de refrescarme
Y cuando como por arte de magia te veo a mi espalda
Desde la ventana reflejada tu imagen a contraluz
Giro mi cuerpo y me miras excitado por la piel húmeda.
Ambos en un mismo tiempo nos acercamos y en un traqueteo
Nos entregamos a los labios que inician la danza de dos lenguas
Que revolotean ansiosas, sorbiendo sus aguas.
En una danza dual me hincas en tus brazos
Encajándome en una sola pieza en tu cuerpo
No eres más que el sediento mar encolerizado
Que calma las aguas como si el viento cesara
Y se revuelca en la arena en la magia misma de la entrega.
