5 de marzo de 2008

Temores...que sólo el Amar disuelve.


Llegas, abriendo la puerta de lo que el amor destino como nuestro mundo azul
Desearía silenciar lo que siento por ti, pero en ese abrazo ardiente que me das al llegar
Siempre me invitas en murmullos a decirte lo que siento ante tu presencia.
Ambos sintiendo la misma magia, el mismo deseo que nos detiene el corazón en instantes
acelerándolo en otros, para que el deseo cónsono en entrega se torna.
Aunque parezca un sueño, una quimera, sentirnos tan cercanos uno del otro
ser sonrisa eterna, pues de cada evento siempre existe un buen momento
Una palabra gentil, un estar atento, un vivir pleno de dos deseando ser uno.
Tratando de que cada día sea sorpresa, y de tanto amarnos nos consumimos
Y siempre descubriendo una manera nueva de Amar.
Pues nunca una caricia, un roce, un beso, una cópula se parece a la anterior.
El brillo de los ojos cual luciérnagas, titilan en la mirada del uno al otro
Como chispeante destellos de leños encendidos que se rasga entre llamas
Como adoro el instante cuando me tomas de la cintura me rodeas y empiezas
el baile, cuando giras mi cuerpo y te veo entre historias con tu sonrisa complacida
al mirarme tan cercana a ti.
Descubriéndome en cada instante cada rincón de mi cuerpo
tratando de descubrirme por entero y que me gusta a la hora de amar.
Cuantos miedos pareces manejar, tratando de responderte si sabrás
Hacer real tus sueños y deseos en mí y sentir la reciprocidad en el amar.
Envueltos en la magia de una segunda congruencia, nos aferramos a la idea del no fallar.
Y dejamos que sea el Amor quien se torne la única razón de nuestras vidas.