En esas noches de intenso calor busco en la calle el refrescarme,
mientras recorro la ancha avenida, entro en la disco
procuro tu mirada entre tantas que me miran al llegar.
Como si me invitaran a disfrutar la locura de la vida misma
mil luces reflejadas en cambios cíclicos, en medio de la pista.
Te miro desde la barra mientras sorbo de manera seductora
la bebida que disfruto, y que me enseñaste a disfrutar,
tu mirada dialoga con la mía, mientras te acercas.
Y como si no me conocieras me invitas a una ronda.
Mi sonrisa picara asienta y un dialogo suave
abre el inicio de un idilio, entre frases y sonrisas
tu mano recorre mi rostro con la suavidad del plumaje
Tu dedo perfila mis labios, mientras mi lengua lame tu índice,
para luego morderlo.
Sin temor permites que lo sorba dentro de mi boca
mientras lo saboreo con insinuación.
Miradas fijas tratando de descifrar el deseo siguiente pretendido.
Suena para los dos el tema con el que toda esta fantasía se inicio un día
“Dolce Vida”, y como ella así a sido nuestra vivencia.
Los dos muy ceñidos de cuerpo bailamos al ritmo de la música
Mientras en tu cuello escurre leves gotas de sudor que apremio en saborear
Tu excitación es evidente y sentida, así como la humedad brota en mi.
Me ciñes mas a ti como tratando de traspasarme la piel.
Noche de locura, placer y éxtasis, ambos disfrutando en pleno
Esa noche de marcha en dónde todo recrea nuestro primer encuentro.
Salvo el deseo presente que entonces se mantuvo tácito por instantes.
