Conviertes mi cuerpo en el teclado del piano que deseas entonar
Marcas el compás de las claves musicales en mi piel y en cada lugar deseado
Tocas aquí, y allí en cada lugar no olvidado por tus pretensiones
Es como si en mi cuerpo reposado en sabanas de lino
Compones la más divina de las músicas
En un lienzo que dices perfecto, mi cuerpo
Mitad ángel, mitad demoniza, que amas con tropel
Incineras la llama y como por arte de magia atizas el fuego
Quemando la partitura de monosílabos convertidos en gemidos
Braceas la sonrisa pues mismo sin ella, sabes al dedillo sus notas
Canturreando en ambos cuerpos la sinfonía de la citara del Amor
E la lujuria enciende el amor que no se perpetua sin rastro de locura
Como no hay amor sin pasión ni deseo no existe el amor sin un beso robado.
Marcas el compás de las claves musicales en mi piel y en cada lugar deseado
Tocas aquí, y allí en cada lugar no olvidado por tus pretensiones
Es como si en mi cuerpo reposado en sabanas de lino
Compones la más divina de las músicas
En un lienzo que dices perfecto, mi cuerpo
Mitad ángel, mitad demoniza, que amas con tropel
Incineras la llama y como por arte de magia atizas el fuego
Quemando la partitura de monosílabos convertidos en gemidos
Braceas la sonrisa pues mismo sin ella, sabes al dedillo sus notas
Canturreando en ambos cuerpos la sinfonía de la citara del Amor
E la lujuria enciende el amor que no se perpetua sin rastro de locura
Como no hay amor sin pasión ni deseo no existe el amor sin un beso robado.
